2/11/17

"HORROR VACUI"

Hoy, conmemoración de los Fieles Difuntos, una expresión latina: "horror vacui", ante mi asombro, ha hecho acto de presencia en un programa televisivo. Este latinazgo que, literalmente, significa "miedo al vacío" viene que ni pintado para este día, pues identifica ese temor que los humanos tenemos a lo ignoto, a lo desconocido, al vacío sideral al que nuestras almas están abocadas sin remedio.


El término "horror vacui", empleado por lo general en la historia del arte, hace referencia a todo aquel espacio vacío que, en una obra de arte (valga la redundancia) sirve de relleno; por ejemplo utilizando algún tipo de diseño repetitivo, ya sean azulejos, baldosas, figuras geométricas, símbolos mágicos... 

Pero también tiene cabida en el campo de la ciencia, no en vano los aristotélicos sostenían que "La Naturaleza aborrece el vacío". Ésta fue una de las grandes discusiones durante la revolución científica del siglo XVII, siendo Blaise Pascal, matemático, físico, filósofo y escritor francés, uno de los principales oponentes a dicha idea.

Decoración de la mezquita Nasir Ol molk en Shiraz (Irán)

En lo que a la literatura se refiere, el término "horror vacui" aparece relacionado con el culteranismo (estilo literario del barroco español entre los siglos XVI y XVII) ya que, es posible reconocerlo como ese temor, por parte de los escritores culteranos, de no sobrecargar los versos con palabras ampulosas  e innecesarias, más allá de lo que el lenguaje culto imponía.

También, en los antiguos mapas geográficos suele aparecer el "horror vacui" identificando sitios desconocidos con lugares que son pura creación de la fantasía, y que generaron leyendas tales como la de El Dorado, que detalla la existencia, en lo más intrincado de la selva amazónica, de la ciudad de Paititi, totalmente recubierta de oro.

Recreación de la ciudad perdida de Paititi

Miguel Ángel G. Yanes

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