14/9/17

SI, PERO NO

Como siempre he considerado que lo prometido es deuda, quiero cumplir la mía para con mis lectores, tal y como prometí el pasado 23 de mayo, para darles mi opinión sobre el nuevo puente de El Cabo de Santa Cruz de Tenerife.  


Puede que sea una obra de ingeniería de p.m. (no lo niego) pero a mí, carente de titulación y conocimientos técnicos al respecto, como ciudadano de a pie que soy... ¡no me gusta un pimiento! Lo digo porque se perdió de vista la estética del conjunto, ya que, al elevar el puente, hubo que dotarlo de escaleras y rampas por ambas márgenes del barranco, lo que, claramente, rompió la  homogeneidad original.


Al mirar desde la Iglesia de La Concepción hacia la ribera opuesta del Barranco de Santos, ya no se ve completa la fachada del antiguo Hospital Civil (hoy Museo de la Naturaleza y El Hombre). Y si se mira desde la otra orilla hacia la iglesia, tres cuartos de lo mismo. Y no solo eso: los elementos utilizados no tienen nada que ver con los del puente original (el más antiguo de la ciudad) lo que ha generado disparidad de pareceres entre la población, pues ha resultado más una recreación que una rehabilitación en si. De hecho, la ciudadanía se ha apresurado a bautizar como "tela de gallinero" a la estructura que sustituye las antiguas barandillas que, por cierto: ¿alguien sabe dónde fueron a parar?... Mira que si están con la fuente de la Plaza de la Paz, desaparecida también años ha.


Otro detalle: Al darle mayor altura a la pasarela, se prescindió del pilar de piedra en la que ésta se apoyaba. Lógico de por si, pero... ¿no se podía haber excavado el cauce del barranco, a ambos lados del mismo, hasta alcanzar el lecho original en lugar de elevar la infraestructura?

Un miembro de la Gestora junto con el consejero, observando la estructura metálica del puente que sí se pudo conservar.
Operarios observando la estructura inferior del puente. Lo único que se conservó del original.

Para mí, por muy funcional que resulte (cosa que pongo en duda), estéticamente es una predada al entorno compuesto por la parroquia matriz, el museo y las poquitas casas antiguas que, a duras penas, perviven ante la avaricia inmobiliaria de algunos, a los que, al parecer, construir barato y feo, les sigue reportando pingües beneficios.
 

Yo pensé que tratarían de preservar el entorno lo mejor posible, pero, amigos: ¡el nuevo puente se parece al viejo como un huevo a una castaña!


Les invito a leer, relacionado con este tema, el artículo que lleva por título "Desembocadura del Barranco de Santos", publicado en este mismo blog con fecha 24/03/2010.

Miguel Ángel G. Yanes

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