Tiempo ha, denuncié públicamente en este blog y a través de la prensa local, el despropósito de las actuales "barandillas" del Puente Zurita, no ya por mor de la estética y de su escasa integración con el entorno, ni por la fragilidad de los materiales (si en lugar de plástico fueran de hierro como antaño, pocas patadas iban a darle), sino por el hecho de no haber dejado salida para las aguas pluviales bajo ellas, con lo cual, el caudal, en vez de caer libremente al barranco, se embalsa sobre el puente, para precipitarse a continuación Avda. de Canarias abajo.
Pues hete aquí que cierto día, para mi asombro, contemplé a un operario soldando pequeñas piezas de metal para cerrar esos largos huecos "basureriles"; y como soy un tremendo entrometido (creo que los impuestos que pagamos nos dan derecho a ello) me acerqué a él y le dije:
- ¡Pues tiene usted razón, pero... yo sólo soy un mandado! Tendrá que hablar y entenderse con "ellos".
Miguel Ángel G. Yanes
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