A raíz de la colisión entre un coche y una motocicleta, el conductor de esta última, un hombre de 41 años, falleció tras el impacto; resultando heridas de consideración tanto su acompañante como la conductora del otro vehículo.
No sé si por el hecho de haber sido motero en mi juventud, o porque, con la edad, la lógica aplasta con su peso, estoy bastante concienciado de la desprotección física de aquellos que viajan sobre dos ruedas, ya sean ciclistas o motoristas, pues, en caso de caída o colisión, el parachoques viene a ser siempre el propio cuerpo. Es por ello que siempre aplaudo las medidas encaminadas a protegerlos. Pero, por la misma razón, critico las que puedan afectarlos negativamente.
En la citada intersección, el ayuntamiento portuense toma, en ocasiones, una medida con la que siempre he estado en desacuerdo: apagar los semáforos para que el tráfico sea más fluído, con el peligro que esto entraña para vehículos y peatones. Y una posible consecuencia ha sido ese desgraciado accidente.
He vivido en la zona, y sé de la complejidad de dicho cruce, máxime, cuando observo cómo muchísimos conductores efectúan, a diario, todo tipo de giros no permitidos; provocando frecuentes colisiones.
Si bien, entre coches, el asunto se limita a defensas, faros, parrillas y guardalodos rotos; ya vemos lo que puede llegar a ocurrir en otros casos.
P.D.
Vengo a pensar que, con crisis económica y todo, las arcas municipales deben estar repletas porque, de lo contrario, la policía municipal se hincharía poniendo multas en ese cruce.
Miguel Ángel G. Yanes
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