A estas alturas, el incendio de La Palma ya se encuentra controlado, aunque no totalmente extinguido; pero en Tenerife, tras tres días infernales, el fuego se ha extendido por cuatro municipios, arrasando a su paso más de 2.000 hectáreas de monte bajo y pinar. Después de haber penetrado en el Parque Nacional del Teide (municipio de La Orotava) por la zona sur, el incendio no ha evolucionado y la zona se encuentra controlada. Tras el desalojo del pueblo Vilaflor (unos 1.800 vecinos) y el caserío de Las Fuentes en Guía de Isora, el frente más activo se encuentra, en la actualidad, en dicho municipio, afectando principalmente al barranco de Tágara, de difícil acceso.
Día a día se han ido sumando a los medios terrestres, diversos helicópteros, ideales para combatir el fuego desde el aire, dado lo abrupto del terreno, aunque su capacidad para arrojar agua no llega a ser la idónea ante la magnitud del incendio.
Hoy miércoles, ha llegado por fin una ayuda inestimable: tres hidroaviones desplazados desde la Península, con los que se espera atajar el fuengo cuanto antes, si bien su operabilidad se está viendo afectada por la fuente marejada reinante, lo que dificulta la carga de agua salada, obligándolos a hacerla en lugares protegidos, situados a mayor distancia de la conveniente.
Ya he hecho la pregunta en Facebook, pero quiero repetirla aquí:
¿Por qué el gobierno canario, con lo que gasta en "mariconadas", nunca ha dotado a las islas de este tipo de aviones?
Así como la caústica respuesta de mi amigo Rubens Campos Marichal:
¡Debe ser que como aquí siempre está lloviendo, no nos hacen falta!
Está meridianamente claro para todos que, dada la abrupta orografía de las islas y su exhuberante vegetación (a excepción de Fuerteventura y Lanzarote), el medio más eficaz para combatir incendios, es este tipo de aeroplanos.
¿No creen ustedes que si tuviéramos un par de ellos permanentemente, podrían haberse empleado desde un principio sin que esto llegara a alcanzar las proporciones actuales?
Obviando el viento y las altas temperaturas de estos días, hay algo que también ha contribuído, tremendamente, a la expansión del incendio: la pinocha (agujas secas de pino) que, en grandes cantidades, puebla el suelo del monte. Un magnífico combustible para las llamas.
Hasta hace unos años estuvo permitida la recogida de la pinocha a los particulares para sus diversos fines, con lo cual el monte permanecía siempre limpio, pero en un momento dado se prohibió tal práctica, lo que conllevó que se acumulara excesivamente, sirviendo de correa de transmisión para las llamas en diversos incendios.
Al plantearse, entre otras actividades, la necesidad de retirar la pinocha periódicamente, se crearon una serie de cuadrillas dedicadas al mantenimiento forestal, pero no sé si por culpa de la crisis, de los recortes, de las "mamandurrias" o de la madre que parío a Paneke, han ido desapareciendo con el tiempo, y he aquí el resultado: impotencia y desesperación.
Creo que estos versos de Mario Benedetti, dedicados a la muerte del "Che", tienen una cierta similitud con esta desgracia nuestra:
"Así estamos, consternados, rabiosos, aunque esta muerte sea uno de los absurdos previsibles... Cuando tú, Comandante, estás cayendo, ametrallado, fabuloso, nítido. Eres nuestra conciencia acribillada."
UNA PUNTUALIZACIÓN:
La última foto, de curiosa perspectiva, no corresponde a los actuales incendios de Canarias, pero esa toma cenital es tan impactante, que no me he resisitido a colocarla como cierre de esta entrada; considerando que, desde cualquier helicóptero que sobrevuele un incendio, la imagen siempre será harto parecida.
Atendiendo al comentario de mi amigo Santi Rdguez. Tapia, hago constar que dicha fotografía corresponde a un incendio acaecido en Colorado (EE.UU.)
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