8/4/20

PERPIGNAN

Perpignan, el centro del mundo


Salvador Dalí la llamó “El centro del mundo”. Situada en la región de Languedoc-Rosellón, a orillas del curso inferior del río Têt, entre los Pirineos y el Mediterráneo, Perpiñán (o Perpignan en francés, y Perpinyà en catalán), es una ciudad del sudeste de Francia, codiciada por España en tiempos remotos. Capital del departamento de los Pirineos Orientales después de la Revolución Francesa, es hoy una deliciosa ciudad para recorrer a pie y pasear bajo la sombra de sus palmeras y plátanos, junto a las refrescantes aguas de sus fuentes.
Fundada en el siglo X, pronto se convirtió en la capital del Condado de Rosellón. De aspecto y tradiciones netamente catalanes, Perpignan es considerada la capital de la llamada Cataluña Norte, donde se hablan tanto el francés como el catalán. Durante la rebelión de Cataluña de 1640 fue ocupada por tropas francesas apoyadas por los sublevados catalanes. Tras la rendición de Barcelona ante el rey Felipe IV, la Generalidad de Cataluña se trasladó allí. La firma de la Paz de los Pirineos (1659) entre los reyes de Francia y España certificó la cesión de Perpignan, junto con el resto de territorios catalanes que formarían la provincia del Rosellón, a la corona francesa. En 1660 la Generalidad fue suprimida por la monarquía francesa. Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), Perpignan, junto con otras ciudades del Mediodía francés, acogió a numerosos exiliados republicanos españoles, principalmente catalanes.
En la actualidad, su área metropolitana contiene unos 300.000 habitantes, concentrando la mayoría de los habitantes del departamento. El centro histórico es la Ciudadela o Citadelle, que es donde se concentran los principales monumentos, iglesias y museos. La Catedral gótica de San Juan Bautista, comenzada en 1324 sobre el emplazamiento de una iglesia anterior del siglo XI y finalizada en 1509, posee un estilo es meridional y su mayor riqueza son los retablos en su interior.
El Castillo de los Reyes de Mallorca, construido en el siglo XIII, que fue en su día la corte de los reyes de Aragón, está en lo alto de la colina Puig del Rei; testigo del pasado de Perpignan como capital del reino de Mallorca, lo más curioso de su fachada son las ventanas geminadas y en el interior, el patio de honor, la capilla a dos alturas de mármol rojo y blanco y la llamada Gran sala de Mallorca.
Pero esta histórica ciudad ofrece muchísimo más para ver: Le Castillet, una fortaleza almenada con matacanes, construida en 1368 por el rey Pedro de Aragón. Primero fue puerta de la ciudad, después prisión y actualmente es sede de la Casa Pairal, un museo catalán de las artes y tradiciones populares.
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Le siguen el Museo Puig; la catedral de Saint Jean, con su retablo de estilo barroco catalán; la escultura del “Cristo Devoto”, del siglo XIV; los hermosos ‘hôtels’ -suntuosas y lujosas mansiones de la alta burguesía francesa- y la “Casa de Julia”, que data del siglo XIV. Sant Vicens es una bodega de vino con 100 años de antigüedad que actualmente alberga exposiciones de cerámica, tapices, alfombras, pintura catalana y mobiliario; el cementerio con claustro, conocido como ‘Campo Santo’, del siglo XIV; el Ayuntamiento, con su estatua de bronce titulada La Méditerranée, obra de Maillol; la lonja gótica “Loge de Mer”, antiguamente mercado de valores; las fábricas de chocolates Cémoi, galletas L.O.R. y de dulces Tech.
En cuanto a eventos, la ‘Procesión del Sanch’ viene celebrándose en Pascuas desde el siglo XV; los ‘Estivales’, festival de teatro en junio y julio; Festival Mediterráneo de Pyrenees Roussillon, en julio y agosto; ‘Visa pour l’image’, exposición de fotografía periodística celebrada en septiembre; Festival de San Juan en junio, y ’La Sardana’, danza catalana que se baila en muchas de las fiestas de la región.

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