Pues bien, me ha ocurrido en más de una ocasión, que he dado con los cinco números pero fuera de orden, lo cual no sirve para puñetera cosa.
¿Será que estoy mal sintonizado?
Justo en la mañana de ayer, bajaba por la calle del Castillo, cuando divisé a tres señoras que subían, y de repente, un pálpito me dijo: ¡monjas! aunque no iban vestidas con ningún tipo de hábito.
Pues hete aquí, que cuando llegaron a mi altura, una de ellas se me acerca papel en mano, para endosarme una propaganda religiosa. Eran "testigas" de Jehová.
Ven lo que les digo de cómo mi sexto sexto sentido no afina bien, aunque el de la señora "testiga" estaba aún peor, porque llegó a mi lado tan tranquilamente que no debí olerle ni a azufre, ni a hereje, ni a cuerno de ateo.
Miguel Ángel G. Yanes
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