Obra de Anoniman (un personaje desconocido que vive junto a la autopista TF-5, a la altura del kilómetro 32) esos carteles se han convertido en su símbolo y seña de identidad desde hace más de 7 años, en los que, semanalmente, va dejándonos frases, pensamientos, avisos y toda suerte de agudos y hermosos mensajes que, como si fueran píldoras literarias, contribuyen a ayudarnos y a ser mejores personas, obligándonos a mirar y a recapacitar con su lectura.
Muchas veces nos arrancan una sonrisa, otras un suspiro, incluso alguna lágrima, pero nunca nos dejan indiferentes, ya sea una frase irónica, amorosa e incluso de tintes sociales o políticos.
Para mí es un sembrador, un sembrador de sueños que se oculta del mundo en una frágil ladera de montaña, y nos hace regalos, mágicos presentes que, a través de los ojos, descienden hasta los rincones más profundos del alma... y allí enraizan.
Miguel Ángel G. Yanes
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