La "isla" de residuos plásticos del Océano Pacífico, alcanza ya la superficie
de Francia, España y Alemania juntas y se le calcula un peso de 80.000 toneladas
Asisto, atónito, a la rotunda negativa del Partido Popular de apoyar la desaparición de los utensilios de plástico de un solo uso para el año 2020, tal y como el resto de fuerza políticas parlamentarias solicitaban.
Menos mal que de vez en cuando, la oposición, más allá de colores, siglas y puñetas, decide unirse y llevarle la contraria a los gobernantes, como en este caso en el que han logrado salirse con la suya y aprobar (con la oposición a regañadientes de los populares) que todos los utensilios citados se fabriquen con, al menos, un 50% de sustancias biodegradables a partir de 2020, y con un 60% a partir de 2025.
Cuando uno observa, alucinado casi por el asombro, que los gobernantes están más por los negocios que por la salud de los ciudadanos y del medio ambiente, es hora de preguntarse, qué carajo de democracia es ésta y para que sirve. ¿No creen?
Miguel Ángel G. Yanes
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