4/8/14

JOSÉ MUJICA: UN HOMBRE VALEROSO

La voz del presidente de la República Oriental del Uruguay, José Alberto Mujica Cordano, es la primera en alzarse (al menos que yo sepa) de entre todos los dirigentes mundiales, para tachar de auténtico genocidio el ataque israelí sobre la franja de Gaza. Una condena oficial que pone de relieve que, por encima de la política, de la economía y de la religión, han de primar siempre los derechos humanos.


En la entrevista concedida a Radio Montecarlo, el mandatario uruguayo ha dejado constancia del horror que le causa que, entre los objetivos israelíes, se encuentren "niños y viejos, hospitales y escuelas"; como el ataque perpetrado días atrás contra una de la ONU en la que fallecieron varios civiles.

A su juicio, este tipo de acciones sobrepasan el límite del derecho que tiene Israel a defender sus territorios de los ataques efectuados desde Palestina: "Todos los pueblos tienen derecho a defenderse, pero hay tipos de defensa que no pueden llevarse a cabo".

 
El presidente ha lamentado la falta de comunicación existente entre los estados en conflicto dentro del actual caos internacional, algo que no ocurría durante la Guerra Fría, pues aunque era un mundo polarizado, contradictorio si se quiere y en frágil equilibrio, siempre existía la posibilidad de que las potencias de aquella época, Estados Unidos y la Unión Soviética, entablaran un diálogo que llevara a algún tipo de acuerdo. Pero ahora no se sabe bien a quién acudir, porque la actual situación no deja traslucir intermediarios válidos.

El Ejecutivo uruguayo abrirá próximamente una representación diplomática oficial permanente en Ramallah, sede del Gobierno palestino, una acción que el Ministro de Asuntos Exteriores de Palestina, Riad Malki, acogió con satisfacción diciendo: "Estoy seguro de que el pueblo palestino apreciará su voluntad en estos momentos en los que está siendo objeto de una escalada criminal por parte del ejército de ocupación israelí en la Franja de Gaza".


...Y nadie hace nada por pararlo.

Miguel Ángel G. Yanes

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