En la isla de La Gomera, el fuego arde ininterrumpidamente desde hace una semana; viento, altas temperaturas y una escarpada orografía, impiden su control, a pesar de la denodada actuación de bomberos, personal civil y Unidad Militar de Emergencias, apoyados también por tres helicópteros y un hidroavión, insuficientes al parecer, ya que, el presidente del Cabildo, ha solicitado más medios aéreos al Gobierno de Canarias. A esta hora, se cifran en unas 4.700 las personas evacuadas.
Se mantienen activos tres frentes, lo que ha obligado a las autoridades, al desalojo de de las zonas de Guadá, Las Hayas, Arure, Casa de la Sede, Chipude, Los Apartaderos, Pavón, La Dehesa, Los Manantiales, El Cercado, Laguna Grande y Erque. Se calcula en unas 3.300 hectáreas la zona afectada, de las que 300 pertenecen al Parque Naciona de Garajonay, declarado como tal en 1981 y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1986, y de un valor ecológico incalculable por ser reducto de la laurisilva (el bosque húmedo subtropical que cubría casi toda Europa antes de la aparición de los seres humanos).
Ante el alto riesgo de incendio, el Cabildo de Tenerife, ha prohibido, durante este fin de semana, el acceso a los senderos forestales, usados habitualmente por los peregrinos en el descenso desde la cumbre hasta la Villa de Candelaria, con motivo de las fiestas en honor de la Virgen.
Dicen que el corazón (verdadero compendio de músculos) no duele, pero el de Canarias, roto y cansado ante esta reiterada desgracia, por nuestras bocas... ¡GRITA DE DOLOR!Miguel Ángel G. Yanes
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