Todos
los vecinos sabíamos que había sido perseguido tenazmente durante la
posguerra, lo que le obligó a vivir a salto de mata, huyendo siempre,
escondiéndose acá y allá, dando esquinazo a sus acosadores.
Nunca supe por qué lo llamaban "El Matacán", siempre creí que era un apodo sin más, hasta que muchos años después me enteré de lo que una de las múltiples acepciones de dicha palabra significaba:
"Liebre que ha sido perseguida muchas veces por los perros pero nunca ha sido cogida por ellos; de ahí lo de Matacán, porque mata a los canes haciéndolos correr hasta la extenuación.
Miguel Ángel G. Yanes
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