Cuando se despojó del casco y amarró convenientemente la máquina a una farola, me dirigí a ella dicíendole:
- Joven: aceptarías un consejo de un viejo motero.
Ella, muy agradale (todo hay que decirlo) me respondió:
- No faltaba más. Un consejo siempre se agradece.
- Mira: entiendo que eres joven y estás en edad de lucir tu cuerpo, pero conducir una moto con esa indumentaria que llevas (mini short, camiseta de asillas y cholas playeras) es un verdadero disparate. Nunca te has caído ¿verdad?.
- No
- Pues tarde o temprano lo harás, porque todo el que monta en estas "bichas" termina por caerse. Y el que diga que no, miente como un bellaco. Es mas, los buenos leñazos se producen cuando ya la dominas y te llevas de la confianza. Por eso, este viejo motero te aconseja que uses siempre ropa adecuada que te projeta la piel, porque...
el asfalto raspa como papel de lija.
Doy fé de ello.
Miguel Ángel G. Yanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario