Antonio Méndez (desconozco su segundo apellido), conocido por cartearse con famosos de todo tipo, será recordado como el "embajador" de La Palma, un sobrenombre ligado directamente a un curioso hobby: su pasión epistolar. Poseía una ingente colección de cartas remitidas por personalidades del mundo entero.También será recordado por haber sido uno de los participantes más carismáticos de la Danza de los Enanos, acto de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen, del que se retiró cuando se organizó, fuera de las fechas que marcaba el ritual y rompiendo claramente con la tradición, una función especial con motivo de la visita del Rey don Juan Carlos en 1986.
Obviando quién o quiénes fueron los "artífices" del evento, quiero dejar claro que me solidaricé abiertamente con su postura, lógica y coherente donde las hubiera.Si el Rey (o el Papa) quería ver danzar a los Enanos, que hubiera venido cuando tocaba.
Genaro Miguel Morales Díaz, más conocido por la "La Bomba Atómica", maestro de profunda vocación, fue un personaje peculiar, natural de la Villa de Mazo, dotado de amplísima cultura y prodigiosa memoria.
Al parecer, Don Genaro o Don Miguel como lo conocían otros, poseedor de un bagaje cultural incomparable, fue sometido, en cierta ocasión, a un examen exhaustivo sobre múltiples temas, a los que respondió siempre con total exactitud, ante lo qué, uno de los miembros del jurado, asombrado, dijo:
- Este hombre sabe de todo. Capaz que conoce hasta la fórmula de la bomba atómica...
A lo que Don Genaro respondió sin dilación:
¡Sí!... E=mc2 *
De ahí su apodo.
Los que le conocieron bien, sobre todo sus amigos y alumnos, hablan maravillas de él: un hombre culto, humilde, educado y bueno que, a fin de cuentas, es todo lo que dejamos para la posteridad.
(*) Una de las consecuencias inesperadas de la teoría de la relatividad fue la ecuación E=mc2, significa que una pequeña cantidad de materia (m) puede convertirse en una gran cantidad de energía (E) al multiplicarse por el cuadrado de la velocidad de la luz (c2). La bomba atómica y la energía nuclear son una consecuencia directa de esta célebre fórmula.
Miguel Ángel G. Yanes
Llevaba tres bolígrafos, rojo amarillo y morado. Me dió clase de primaria y me llevó personalmente a los exámenes para la obtención de una de la becas "rurales" en 1959. Le debo la vida
ResponderEliminarAgradezco la visita al blog y su interesantísimo apunte.
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