Paco
Vila-Guillén
inventa un diccionario universal del silencio
para
mostrar el lenguaje de los que no quieren hablar.
Viaja por lugares
cotidianos portando una maleta llena de mar,
sueños en la punta de los
dedos
o palabras letales que, como armas cargadas,
son capaces de matar
caballos en el tablero de ajedrez.
Otras
palabras llenas de amor reposan, recién envasadas,
en el lineal de los supermercados, esperando que alguien las compre.
En este gran teatro del mundo todo vale,
todo se compra, todo se vende.
Enfermos de avaricia, ingerimos dosis de veneno pecuniario
y nos inyectamos religión por vía intravenosa
para cometer todos los pecados con la excusa del perdón.
en el lineal de los supermercados, esperando que alguien las compre.
En este gran teatro del mundo todo vale,
todo se compra, todo se vende.
Enfermos de avaricia, ingerimos dosis de veneno pecuniario
y nos inyectamos religión por vía intravenosa
para cometer todos los pecados con la excusa del perdón.
Hacemos
el amor con los ojos enredados en una absurda tela de araña,
mientras no tomamos de la mano a nuestros amantes.
Dejamos olvidada encima de la mesa la jeringuilla
que contiene la vacuna para salir del letargo,
esa pesadilla donde la justicia no lo es,
donde ídolos con cuerpos de madera y alma de nada,
Ese mal sueño donde solo quedan piedras para comer.
mientras no tomamos de la mano a nuestros amantes.
Dejamos olvidada encima de la mesa la jeringuilla
que contiene la vacuna para salir del letargo,
esa pesadilla donde la justicia no lo es,
donde ídolos con cuerpos de madera y alma de nada,
tienen legiones de acólitos que se postran sumisos.
Ese mal sueño donde solo quedan piedras para comer.
Tú eliges. Ábrela y verás que lanzarla no sirve de nada. Al final solo vence la palabra.
FUENTE: www.pacovilaguillen.com
Este magnífico trabajo fue galardonado en el VII Premio de Poesía Experimental de la Diputación de Badajoz 2008. A pesar de estar encuadrado bajo el concepto de Poesía Visual viene acompañado de palabras preñadas de cotidianeidad, de amor, de lucha, de desencanto, de esperanza... todo ello enredado en la inasible intemporalidad del sueño, en la búsqueda eterna de esas claves que desvelen la esencia de uno mismo.
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