- Pues en la carretera general del norte, en el término municipal de Santa Úrsula, existe un bar llamado El Zapotero, y creo que debe su nombre al árbol que se encuentra a su vera. La verdad es que jamás he reparado en sus frutos. Tampoco he tenido nunca la oportunidad de probarlos.
Supongo que pocos canarios conocerán tal fruto, pues, que yo sepa, no se comercializa en las islas; así que voy a aprovechar para pegar la reseña que, sobre él, ofrece el diccionario de la R.A.E.:
Zapotero o zapote
(Del nahua tzapotl, cualquier fruto de sabor dulce, aplicado luego al del zapote).
1. m. Árbol americano de la familia de las Sapotáceas, que puede alcanzar los 20 m. de altura, con tronco grueso y recto, de corteza gris verdosa y madera blanquecina, hojas lanceoladas, persistentes, flores blancas en umbelas, fruto drupáceo, aovado, de unos 7 cm de diámetro, con la corteza parda, dura y desigual, de pulpa amarillenta oscura, muy suave y dulce, con semilla gruesa, negra y lustrosa.
Rebuscando en la Red, he encontrado que existen diversas variedades de zapote, lúcuma o mamey, como también se le denomina en otras latitudes, aunque no todas provienen de la familia botánica de las sapotáceas, tales como el zapote negro y el amarillo.
Una curiosidad: en la República Dominicana, el término mamey ha quedado como sinónimo de anaranjado.
Antonio, que de joven conoció la existencia de diversos ejemplares, cree que aquí está prácticamente extinguido.
- ¿Cómo que extinguido?... Si hasta hay un zapotero de esos que ha llegado a presidente de gobierno.
- ¡Sí!... pero se está perdiendo.
Miguel Ángel G. Yanes
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