21/4/13

EL PASE

No quiero dármelas de entendedor de toros (para eso ya están las vacas) ni tampoco de ser conocedor del mundo de la tauromaquia (eso que mal llamamos "arte del toreo"); aunque después de tantos años de convivir, a regañadientes, con festejos y programas taurinos, algunos términos de su peculiar vocabulario si que se me han quedado, aunque no sepa aplicarlos correctamente. Por ello, al contemplar la foto de Mariano Rajoy y el Papa Francisco, no sé muy bien si éste último, muleta en mano, intenta darle un pase de pecho o una larga cambiada; pero hay un claro envite, y Mariano se arranca y embiste sin demasiada convicción, elevando la cara en un claro derrote, demostrando, que tiene más de cabestro que de toro de lidia.



Llama poderosamente la atención la inapreciable arboladura de sus pitones. Digo yo que se los habrán afeitado para la ocasión, porque a los españoles, todos los viernes, nos clava sus abrochadas astas hasta el tuétano. Veremos si ahora, tras el encuentro papal, aflojan un poco sus cornadas.

Pero... ahora que me he puesto las gafas, me doy cuenta de que, lo que el Papa tiene en las manos, no es un trasto de torear, sino de "fúrgol".

- ¡Coño!... "Don Paco", háganos un favor, aunque sea por el idioma que nos une; enfúndese la camiseta esa y arréele una buena patada en el tubillo tobillo, a ver si logramos lesionarlo antes de que le dé otro pase de gol a los banqueros, porque éstos no van cejar en su empeño de dejarnos con el "orto" como si fuera un sol.

HI NO MARU

Miguel Ángel G. Yanes

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