26/3/13

CARECIENDO DE VOCABULARIO

Aunque no formaba parte de nuestra pandilla por la diferencia de edad, Mauro "El Jaboncillo" (no tengo ninguna foto suya) siempre pululaba a nuestro alrededor: menudo de cuerpo y de ojillos vivarachos e inteligentes, aparentaba menos edad de la que tenía, pero era un niño aún cuando, no recuerdo con detalle por qué diablura, una mañana de domingo lo detuvo la policía municipal en plena calle, justo frente a la esquina dónde solíamos reunirnos los jóvenes.

Parte de la pandilla en 1971


Lo apoyaron en el coche patrulla y uno de los agentes comenzó a interrogarlo. A la vista de lo cual, todos cruzamos, congregándonos a su alrededor, justo en el momento en el que le urgía:

- ¡Dame tu domicilio!...

Y él, sin saber de que se trataba, palpándose los bolsillos vacíos, dijo:

- Yo no tengo ningún "domiciolo".

Los presentes no pudimos contener las carcajadas ante su salida.


- ¿Qué dónde vives, muchacho? le espetó el "guindilla", entre sonriente y malhumorado. Hasta que, concluído el asunto, se acercó a mí, para preguntarme por bajines:
 

- Míguel... ¿qué quiere decir la palabra "domiciolo"?

- ¡Ay, Maurito! más "limpriadita" cabeza. Eso te pasa por no estudiar; careces de vocabulario.

Y entonces, ante mi asombro, "partiéndose el culo de la risa", me largó:

Es que ésas, tampoco sé lo que significan.

Miguel Ángel G. Yanes

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